La piel es un reflejo de nuestro estado físico, psicológico y mental. Siempre hemos oído que la cara es un reflejo del alma, pero más lo es la piel, ya que refleja nuestro ánimo seamos tristes o felices.
Algunas reacciones más comunes de la piel al estrés son:
- Urticaria: Aunque la causa de la urticaria no siempre es conocida, usualmente se produce al liberar nuestro cuerpo histamina y ésta en ocasiones en la respuesta del cuerpo al estrés.
- Acné: Cuando estamos nerviosos o estresados nuestro cuerpo produce más cortisol y otras hormonas, lo cual comunica a las glándulas sebáceas a producir más grasa, lo que provoca acné y otros padecimientos.
- Ojeras y rojeces: El cansancio también actúa sobre el aspecto de la piel, con lo cual aparecen ojeras y rojeces, la piel está más rugosa y pierde luminosidad y frescor.
- Arrugas: El estrés contribuye a la microinflamación de la piel, la irrita y reduce sus defensas frente al sol.
- Flacidez cutánea: La flacidez cutánea también es causada por el estrés. Cuando no se duerme suficiente, o no se bebe suficiente agua.
- Caída del cabello, caspa y canas: Situaciones estresantes a largo plazo pueden provocar un tipo de alopecia denominada «areata» o incluso caspa, debido al exceso de sebo en el cuero cabelludo.